Visitar el Distrito Federal, la Ciudad de México, siempre me ha ocasionado un conflicto perceptual que no hace otra cosa mas que enriquecer las conclusiones previas sobre la misma. Ese choque entre lujo y miseria, conocimiento e ignorancia, orden y caos, provocan una sensibilización gradual que raya en el existencialismo devaluado; sin embargo, el disfrute de la ciudad no queda mermado.
Mi intención era clara, además de toda la oferta cultural que está disponible en la capital del país, la visita tenía como propósito específico el conocer el recién inaugurado MUAC (Museo de Arte Contemporáneo de la UNAM) y la nueva reinterpretación de la Colección JUMEX que tiene como eje discursivo el ready-made conceptualizado por Marcel Duchamp.
Al MUAC no lo conocí por las incongruencias en el itinerario que me establecí que tiene como culpable mayor (además de mi intelecto) las dimensiones preapocalípticas de la ciudad y su transporte urbano metro que bien podía definirse como un fetus in fetus, una ciudad dentro de la ciudad.
Total, el lunes por la mañana hice mi cita llamando a la Fundación/Colección JUMEX. Llamé a las 10:00 am concretando la cita a la 1:00 pm. Como soy de costumbres pausadas, tomé el tiempo pertinente para bañarme y desayunar. Ya listo, a las 11:00 am, me dispuse a iniciar mi recorrido. Caminé por Polanco (es ahí donde viven mis amigos) hasta llegar a la estación del metro y siguiendo el mapa del mismo llegué a la terminal Indios Verdes; fue casi una hora de trayecto. Ya una vez en la terminal, busqué el paradero “H” y tomé el camión “San Cristobal”, que después de una hora me dejó en la entrada de la fábrica de JUMEX, donde está la galería de la colección; en la zona industrial de Ecatepec, en el Estado de México.
La colección JUMEX es uno de los acervos privados de arte contemporáneo más importantes de México, inclusive de Latinoamérica. Cuenta con más de 1,800 obras y se mantiene activa integrando cada año nuevas piezas de artistas procedentes de distintas regiones. El espacio ya lleva casi ocho años.
En esta ocasión, visité la sexta interpretación del acervo que lo realizó Jessica Morgan, curadora en la Tate Modern de Londres y que tituló como An unruly history of the readymade, contando con casi 100 obras de la colección.
Es una visión un tanto desobediente, con argumentos que en ocasiones son contradictorios acerca del readymade que Marcel Duchamp aportara a la historia del arte en 1913, con aquella Fountain que firmó bajo el nombre de R. Mutt.
Fountain.
Marcel Duchamp.
La disfruté, no lo miento, por eso les recomiendo que si están o visitan el DF y tienen tiempo para ir a Ecatepec, pues hagan una cita y visiten la Fundación/Colección JUMEX; ya que esta sexta interpretación de su acervo estará hasta febrero de este año 2009.
Aquí les dejo algunas imágenes de las obras que están en la exposición.
Buddha.
Sherrie Levine.
1996.
Three ball total equilibrium tank (two spalding shaq attaq, one spalding NBA tip-off)
Jeff Koons.
1986.
Love is colder than death.
Daniel Guzmán.
2006.
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